Hace ya algunos días que finalizó el 35 Festival Internacional de Cine Independiente de Elche, uno de los certámenes más importantes del panorama nacional, y podemos sacar un buen balance del paso de “Smile” por el mismo. Según nos han indicado los organizadores “Smile” ha sido visto 1.027 veces en algo más de una semana, y transcribiendo sus palabras “Entendemos que este dato podría ser sinónimo de una potencial demanda comercial…”, si a eso lo sumamos las veces vistas en otras plataformas como el FIBABC, selecciones oficiales y muestras nacionales como internacionales, esta clase de productos se convierten en importantes vías promocionales para sus patrocinadores, aunque muchas entidades todavía tienen la convicción caduca de que la cultura no es ninguna vía trascendental para llegar al gran público, creando desconfianza y obligando a los cineastas a sobrevivir solamente bajo el amparo de la subvención.
Esta 35 edición del festival de Elche ha demostrado que es posible esta clase de eventos sin grandes presupuestos ni extrañas parafernalias, solo ha bastado dos grandes actores como presentadores y un increíble guión para tener a todo un público pendiente que demostraba su interés con grandes aplausos, logrando una ceremonia muy entretenida y divertida, quedando a un lado la simple emisión de cortometrajes presentados por el famoso presentador “local” de turno.
Entrando en detalles más generales y no referidos a este festival de Elche sino a todos en general, siempre nos queda la duda de la definición del término “independiente”, no se ha logrado que nadie nos pueda indicar entre la diferencia de un cortometraje independiente a otro dependiente, cual es uno y cual es otro, nos gustaría solo tener un ejemplo representativo. Al menos desde nuestro punto de vista, en la mayoría de certámenes (por no decir todos) con el término “independiente” en su nombre siempre encontramos trabajos muy dependientes, de forma que debemos ser nosotros lo que no tenemos muy claro la definición.
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